La vieja domótica VS. La nueva domótica

nueva domótica

Siempre que hablamos con alguien, cualquier persona, de lo que hacemos surge la misma pregunta: “¿la nueva…domótica?” Ese concepto que vive y respira en Kimbo Smart es susceptible de no reconocerse de primeras. Por eso, hoy os traemos el combate pugilístico del milenio. Y no, no es la vuelta de Tyson. Hoy se enfrentan la nueva y la antigua domótica. El espectáculo está asegurado.

¿Qué son la vieja y la nueva domótica?

En primer lugar, hay que explicar lo que entendemos por vieja domótica y nueva domótica. La primera es la que históricamente se ha instalado en los hogares con un sistema cableado. En cambio, la nueva domótica se basa en sistemas inalámbricos para su instalación. ¡Hechas las presentaciones comenzamos!

Instalación.

La vieja domótica, por su tipología, exige hacer una obra para su instalación. Todos las conexiones que enlazan los diferentes dispositivos de una casa pueden estar muy separados los unos de los otros y el cable tiene que unirlos. Esto se traduce en otra obra. El terror de muchos se hace realidad cuando se dan cuenta de que se tienen que abrir paredes de nuevo para tener domótica, con el consiguiente gasto económico, pero sobre todo emocional. Nadie lleva bien estar de obras

Por el contrario, la nueva domótica presume de tecnología con su sistema por radiofrecuencia. Dicho sistema no sólo no precisa de pico y pala, sino que se puede ampliar cuando se quiera y como se quiera. La nueva domótica se adapta sin complicaciones y con precios más coherentes.

Si el abrir paredes era traumático una vez, ¿qué pasa si quieres actualizar o ampliar el sistema? La nueva domótica te deja hacerlo en menos de un día y sin obras mientras que la vieja vuelve a poner las herramientas en tu casa.

Seguridad.

En cuestión de seguridad, la vieja domótica en principio estaría algo por encima de la nueva, pero concretamente con el sistema Z-WAVE, (protocolo profesional empleado en la nueva domótica) se plantea un nivel de seguridad utilizado por bancos y administraciones públicas

Asistentes de voz (Siri, Alexa, Google Home, etc.)

Respecto a la integración con los asistentes de voz, ambas domóticas son compatibles. Si bien es cierto que la nueva domótica presume de ser una tecnología novedosa y de trabajar, por tanto, con unos protocolos que permiten integraciones completas y sin demora con cada “nuevo asistente que aparece”. La vieja domótica, aunque consiguiéndolo, tarda más en alcanzar estas integraciones.

Calidad.

Es importante mencionar que dentro de la nueva domótica hay varios niveles de calidad, y a menudo nos preguntáis por el papel que juega el Wifi, pero es un elemento que directamente descartamos si hablamos de una casa domotizada de manera profesional. El Wifi tiene un consumo muy alto, cuenta con un nivel de seguridad medio, y su fiabilidad es muy baja puesto que utiliza la red. Además, la conexión de varios dispositivos va en detrimento de su uso, ya que a mayor número de conexiones, más probabilidades de saturar la red. Un combate Vieja domótica vs Nueva domótica sólo puede ser planteado por tanto con el protocolo Z-WAVE como puente para la nueva domótica.

La nueva domótica ha llegado para quedarse.

Llegados a este punto del combate nueva domótica vs vieja domótica solo queda decir que la vieja domótica sigue estando presente, y por supuesto, se sigue y se seguirá utilizando, pero la nueva domótica ha llegado para quedarse. Su versatilidad, su precio y su integración con las nuevas tecnologías han hecho que pase de ser un gran desconocido a convertirse en la domótica de todos.

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