La casa domótica nace de la conexión de todos los sistemas de tu hogar, qué, integrados de manera inteligente, te permiten controlar y automatizar procesos, ahorrar energía, aumentar la seguridad y hacer tu vida más cómoda.
Pese a existir en el mercado multitud de dispositivos inteligentes no se puede confundir con un ecosistema inteligente. La capacidad de esos dispositivos de estar conectados a un smartphone sólo permite a sus usuarios encenderlos y actuar sobre ellos. Es un sistema domótico el que te permite que los dispositivos interactúen entre sí y se ejecuten sin necesidad del factor humano.
Una casa inteligente admite la automatización de tareas del día a día y está permanentemente pendiente del estado del hogar actuando en consecuencia si fuera necesario (inundaciones, intrusión, temperatura…). El hecho de tener que hacer una ronda apagando las luces de tu casa ya no es necesario con la domótica. De hecho, para quien sea capaz de seguir tanto una rutina… la casa puede hacerlo de manera autómata a la hora que uno se acueste todos los días. Las posibilidades empiezan siendo simples, pero pueden llegar a ser todo lo avanzadas que uno pretenda. El sistema va adquiriendo las rutinas o los mecanismos que se deben dar en las condiciones que queramos. Así, cuando vayamos de camino a casa, tu hogar puede haber entendido que hoy es un día demasiado caluroso como para que llegues y no esté puesto el aire. Detalles que van sumando uno tras otro lo que entendemos como un hogar que piensa y actúa.
Además de los comportamientos y rutinas adquiridas, podrás controlar tu hogar desde cualquier parte del mundo mediante tu teléfono móvil. El control absoluto en un compañero de diario que para algunos va antes que su DNI. En un vistazo a nuestro móvil podremos saber si hay luces encendidas o ventanas abiertas, pero también asuntos más importantes como una fuga de agua o un incendio.
Si estando en casa prefieres hablar ¡también puedes! Gracias a asistentes como Alexa, Siri o Google Home, accionando por estas vías persianas, ventanas, luces, aparatos electrónicos, aire acondicionado y un largo etcétera. Consigues que parezca magia. Las casas inteligentes quieren que les hables.
Crea escenas predeterminadas donde por ejemplo, al despertar, tu smart home se accione abriendo las persianas, aumentando la calefacción, reproduciendo tu canción favorita o poniendo a funcionar la cafetera. Olvídate de regar el jardín o controlar el PH de la piscina, la domótica lo hace por ti mientras te dedicas tiempo a tí.
La casa domótica es una tecnología que se adapta a las necesidades de su usuario y crece su potencial cuanto más se conoce. Es por eso que cada casa, que ya es un mundo, ahora lo es aún más con este crecimiento que ofrece la domótica.
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